Cuando era niña siempre pensaba que lo malo nunca me alcanzaría, que nunca me atraparía porque entonces tenía a unas personas importantes que darían su vida por proteger la mía a toda costa. Supongo que me equivoque , lo reconozco, todos estamos expuestos al dolor, al sufrimiento de un amor que solo esta en nuestra mente y que nos hace ver cosas que no son y que quizás nunca serán.
 La mejor clase de amor es ese que te hace dar las gracias por estar viva y levantarte cada día pensando que eres afortunada de tener lo que tienes y que no necesitas más. Yo por lo menos lo prefiero. A ver, obviamente dentro de ese amor calmado me gusta que haya ganas , pasión, compresión, cariño. También es cierto que me gusta que me rompan, que me hagan añicos para luego tener el coraje de recomponerme yo sola pensando en que he sido feliz mientras me descomponía. Así que siento si soy dura pero es una realidad que yo por lo menos a día de hoy tengo clara. Otras de las muchas cosas que he aprendido  en este largo y complicado año es que no quiero a quien no me quiera, no voy a mendigar nunca más por el cariño de nadie, para eso estoy yo, para quererme, para cuidarme, para protegerme sin la necesidad de necesitar a una segunda persona que lo haga. Quien quiera quererme que venga y será bienvenido, yo le daré lo mismo, quien no , pues nada, siguiente capitulo. 

A las personas que duelan solo me queda darles la gracias, gracias por ser palos porque de ellos aprendo algo nuevo cada día, gracias por ser tan duros porque con eso me recompongo y me voy haciendo cada vez mas fuerte. 



Me considero una gran escritora porque digo las cosas tal como las siento, no aparento ser quien no soy. 

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